martes, 17 de abril de 2012
No me digas una palabras más... No lo soportaría. No soporto tu forma de ser que tanto y tantas veces me ha atormentado, desde que pasó lo que pasó. Ahora solo prueba a mirar para adelante, que así es mejor para los dos. No me mires, porque me matas, porque tus ojos son los que tanto me asustan, los que tanto me intimidan y no me dejan dar un paso hacia delante. Dime... ¿Qué pasó para que ocurrira todo esto? Hay tantas cosas sin explicación... que en mi cabeza no cabe otro por qué. ¿Por qué tú? ¿ Por qué yo? ¿Por qué a nosotros? Y esos por qués también los tienes tú, guardados, esperando a que sea yo la que de el primer paso y no... No lo daré. Porque hay veces en las que el orgullo no siempre es el que gana, sino el que pierde. ¿Y yo? Simplemente no tengo nada que perder, ni demasiado que ganar, asi que mi orgullo estará firme en mi y no me cansaré de decirte que hoy, te toca a ti perder.
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J.D. Salinger
Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo
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