jueves, 14 de junio de 2012


Ya ves si soy idiota que ahora te tendré que volver a olvidar, y no hace falta que te jure querido compañero, que no debí quererte sin embargo te quiero, así que no hagas trampas, que sabes de sobra cual es mi debilidad... y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada, rompiendo en mil trocitos mi parte más exacta.

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J.D. Salinger

Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo