Ya ves si soy idiota que ahora te tendré que volver a olvidar, y no hace falta que te jure querido compañero, que no debí quererte sin embargo te quiero, así que no hagas trampas, que sabes de sobra cual es mi debilidad... y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada, rompiendo en mil trocitos mi parte más exacta.
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