¿Sabéis que os digo? Que no hay nada más triste que un recuerdo feliz. Eso de poder recordarlo y no poder estar en esos lugares que un día te hicieron sentirte tan bien. Y estoy segura de que allí es donde todos querríamos estar.
¿Sabéis que es lo peor? Lo peor es que con el tiempo todo se convierte en normal. Y uno acaba por olvidarse de esos momentos, esos lugares y esas personas que “vuelven extraordinaria a la gente común”. El problema es que esto pasa rápido, a veces demasiado rápido. Pero si hay algo que me consuela es que todas estas personas y esos momentos vividos siempre acabarán estando presentes, de alguna manera o otra. Y entonces, en algún momento dado, aparecen. Sí, sí… Eso a lo que llaman RECUERDOS.
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