Esa chica que veo todos los días por la calle con su Ray-Ban aviador y su bolso de Carolina Herrera, con esos tacones de Miu Miu que yo no se como se sostiene de pie, con su cinturón de Moschino y su pañuelo de Louis Buitton, soltera, sin hijos y con un piso de 300m3.
La que pasa por un paso de cebra y todo el mundo se aparta en un santiamén, tiene ese poder de hacer que la gente de su alrededor se sienta inferior y bulnerable. Esa chica que cada vez que pone un tacón en el suelo todo el mundo se gire para mirarla.
Pero esa chica no es feliz del todo, por tener un armario lleno de ropa y un pelo de revista, no eres feliz y tampoco por vivir en un piso de 300m3, no, las cosas no son así. El dinero no da la felicidad, y yo creo que con una falda de Massimo Dutti es pura pijeria y una gran persona superficial.
Te falta alguien que te acompañe, que te acompañe con amor.
Pero, ¿Para qué?, eres demasiado glamurosa.
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