martes, 27 de diciembre de 2011

todos estamos caminando con los ojos brillantes. "Estoy cansado", decimos. pero ¿sabes qué? es todo mentira. que estamos cansados,pero no todo es la falta de sueño. estamos cansados de despertar, sin nada que esperar, cansados de ir a la cama agotado después de hacer un millón de cosas que no encontramos placer en hacerlas. estamos cansados de ese vacío, ese vacío que se cierne sobre nosotros, a pesar de que nuestros días están llenos. estamos cansados de la soledad que presiona sobre nosotros a pesar de que estamos rodeados por decenas de personas. ¿por qué no podemos simplemente decirlo? los seres humanos tienen tanto miedo de mirar a los ojos y decir "estoy triste, estoy roto, estoy desesperada y falible". hemos sido condicionados para el dolor asociado con la debilidad, la tristeza con frialdad, soledad con la indignidad, la diferencia con la enfermedad, como si estos sentimientos fueran contagiosos, como si la ambivalencia no es algo que se sentía, pero que temían que lo fuera. bueno, a mi esto me jode. las sonrisas forzadas y apretones de manos, estoy bien, gracias, de nada. forzar el miedo a llorar en un lugar público, forzar las mentiras que escupen para ocultar nuestros problemas. somos seres humanos. estamos destinados a sentir. a sentir todo y para sentirlo abiertamente. que no somos de metal, somos de carne y hueso. nuestra sangre hierve por nuestros cursos, por nuestras manos frias y mojadas. que son complejos, hermosos complejos y no debemos esconder nuestra parte humana, porque si lo hacemos, ¿entonces que es lo que queda para mostrar el resultado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

J.D. Salinger

Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo